En el mundo de la moda existen diferentes estilos. Cada uno de ellos cuenta con una propuesta que se alinea con determinadas tendencias y propuestas hechas por sus propios usuarios, aunque sobre una base claramente definida. Desde un estilo ajustado a lo clásico hasta una apariencia más desenfada como la rockera, los tipos de estilos de ropa se adecuan a los gustos de las personas que deciden utilizar uno u otro. En lo que sigue, se presentan los estilos más comunes y cómo encontrar el estilo propio.
Una de las principales características del estilo clásico es su atemporalidad. Pero ¿cómo se consigue esto? Las personas que optan por este estilo solo deben seguir lo siguiente: elegir prendas de corte recto y colores neutros. Esto hace que la combinación sea elegante debido a las líneas limpias que traza la ropa sobre el cuerpo. Ahora bien, se recomienda elegir ropas de buena calidad, ya que la textura y la caída de la ropa dependen del tipo de tela. Es una opción ideal para entornos formales y situaciones que requieren una imagen muy cuidada. En cuanto a los accesorios, estos deben seguir el tono de la vestimenta y ser, en la medida de lo posible, sobrios y justos en cantidad, como algún collar, brazalete o pendientes. De todos modos, se puede asumir como un estilo para todas las situaciones, ya que su propuesta estética es muy adaptable.
Cuando se habla de estilo casual, las primeras palabras que se asoman a la mente son comodidad, sencillez y día a día. Esto es así porque este estilo combina prendas de todo tipo –cortes, texturas, tamaños, colores, faldas plisadas, entre otros–, pero que permiten al mismo tiempo una apariencia unificada donde todos los elementos encuentran consonancia, desde los zapatos hasta los accesorios, como los gorros o las mochilas. Se trata de uno de los estilos que mejor permiten una expresión propiamente personal, puesto que atiende a los gustos y la sensación de comodidad que busca una persona.
La moda suele centrarse en la proposición de nuevos estilos y colores, pero también es consciente del poder del pasado, el mismo que le aporta ideas y conceptos. Aunque esto es propio de la industria de la moda, también lo es de las personas que están enamoradas de tendencias y diseños que fueron comunes en siglos y décadas anteriores. Los años 20, la moda de los 60 y la década de los 80, por ejemplo, han calado en muchos, a tal punto que la moda vintage es una más entre todas las que existen a día de hoy. Las prendas vintage pueden encontrarse en ventas de garaje, en tiendas especializadas en este estilo y, en general, en todo establecimiento dedicado a vender ropa de segunda mano. Las combinaciones son infinitas y brindan un aire de originalidad.
Uno de los estilos que mejor aprovecha los colores pasteles y las diversas gamas de rosa es, sin lugar a dudas, el romántico. Sobre la base de tonos suaves, siluetas fluidas, cortes y adornos de encaje, se crea una imagen delicada, estilizada y fácilmente combinable con motivos de flores, volantes en los hombros y telas de diverso tipo. Como ocurre con otros estilos, cuenta con accesorios apropiados a su propuesta. Además, cuando se usa maquillaje, los colores elegidos están en consonancia con la tonalidad de la indumentaria. Es decir, se trata de un estilo uniforme, pero versátil y llamativo.
El rock es fuerza, atrevimiento y audacia. De ahí que el estilo rockero recupere prendas como las botas militares, las chaquetas de cuero y los jeans / vaqueros rotos. Este estilo –que encontró popularidad en la década de 1980– no ha perdido vigencia; en efecto, sigue siendo una vía de expresión de rebeldía, autonomía, individualidad y frescura. Las personas que optan por este tipo de ropa tienden a tener los colores oscuros como base, aunque también pueden utilizar camisetas con estampados de bandas famosas de rock y metal. También se suelen utilizar accesorios de metal, como las pulseras y cinturones con púas, los collares con motivos rockeros, entre otros.
Como lo indica su nombre, el estilo minimalista busca la simplicidad y la funcionalidad a través del uso de prendas de diseño y corte básicos. Sumado a esto, considera la paleta de colores neutros, las líneas limpias y la ausencia de adornos llamativos. Precisamente, este estilo busca expresar sobriedad y un claro gusto por lo estéticamente sencillo. Aquí la premisa que guía su propuesta es, claramente, “menos es más”.
Cada vez son más las personas que asumen un estilo de vida saludable y fitness. Son ellas las que son parte del estilo deportivo, el cual incorpora prendas para la actividad física, como las zapatillas deportivas, los tops y pantalones de licra, y en ocasiones los pantalones de chándal o buzos. La propuesta es clara: manifiesta una vida activa, dinámica y centrada en cuidar la salud a través del ejercicio. Sumado a esto, aporta una sensación de comodidad y funcionalidad.
Este es uno de los estilos que más acogida tuvo durante las dos primeras décadas del siglo XXI. Pero ¿en qué consiste su propuesta? Busca lo artesanal y lo tradicional para convertirlos en parte de un estilo alternativo que se aparte de tendencias convencionales. Tanto es así que incluso puede mezclar influencias modernas y vintage sin perder su frescura. Recurre a accesorios como las gafas de carey e incluye cortes de pelo arriesgados, pero sencillos al mismo tiempo (por ejemplo, los rapados de las sienes y las coletas).
Indagar en las preferencias personales es fundamental para descubrir un estilo propio. Observar tendencias, explorar tipos de estilos y evaluar las reacciones ante diversas prendas o looks proporciona un punto de partida sólido.
Conocer la variedad de estilos disponibles, desde el casual hasta el minimalista, amplía el horizonte de opciones. Cada estilo, con sus características distintivas, ofrece un universo de posibilidades a considerar.
La experimentación es esencial para hallar lo que favorece. Probar diferentes tipos de prendas, observar el ajuste y cómo complementan la silueta son pasos necesarios en este proceso.
La moda permite la fusión de estilos. Incorporar elementos de diversos estilos, como una prenda de estilo clásico en un conjunto casual, puede resultar en una estética personalizada y única.
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